Los vertiginosos cambios producidos a nivel mundial en cuanto al avance de la ciencia y su aplicación tecnológica impactan a los sectores productivos, incluyendo también al académico (educativo) y que necesariamente ante un mundo globalizado requiere de personal altamente capacitado con habilidades técnicas para el hacer, productivos y competitivos para enfrentar los retos de la sociedad del conocimiento.Salas (citado por De la Torre y Violant, 2006) expresa al respecto:
Los escenarios de la Sociedad futura, están sufriendo cambios acelerados producidos por procesos de globalización, internalización, aumento acelerado de conocimiento científico y tecnológico, mercado laboral cambiante e impredecible,
movilidad del mundo globalizado, los que demandan las instituciones de educación superior de nuevas competencias profesionales y de reformas profundas para lograr una mejor calidad, y ajustarse a los requerimientos internacionales y nacionales. (p. 275-276)
En este sentido, el conocimiento es un bien social que puede ser generado y trasmitido en beneficio de la sociedad en las instituciones educativas, es por ello que se demanda un docente con desempeño adecuados al contexto de la sociedad cambiante de hoy. Bajo esta perspectiva, la educación venezolana debe tomar en consideración las innovaciones y tendencias tanto del nuevo paradigma tecno-económico como el educativo, los cuales deben impactar las acciones de la praxis
educativa del acto pedagógico. Sobre la base de las consideraciones anteriores la transmisión y aprehensión del conocimiento se logra por la vía informal y formal propia de la expresión educativa. Por consiguiente, lo informal se contextualiza a
través del contacto que el individuo tiene con la familia, instituciones, grupos, asociaciones, entre otros, en este proceso interactúan elementos culturales y sociales, que convergen en el proceso de socialización. A medida que pasa el tiempo, el ser social se enfrenta diariamente al reto de la adquisición de nuevos conocimientos.
El sistema formal educativo por su parte, refleja la política de Estado, los avances en el campo de la pedagogía, las tendencias e innovaciones que aporta la ciencia y su aplicación tecnológica, por tal razón, la expresión operativa se consolida primero en el ordenamiento jurídico que los avala para luego manifestarse en la estructura organizativa, que en Venezuela, se ubica a través de los niveles y modalidades, de acuerdo al artículo 16 de la Ley Orgánica de Educación (1980) el cual reza:
El sistema educativo venezolano comprende niveles y modalidades. Son niveles, la Educación Preescolar, la Educación Básica, la Educación Media Diversificada y
Profesional y la Educación Superior. Son modalidades, la Educación para las Artes, la Educación Militar, la Formación de Ministros de Culto, la Educación de Adultos y la Educación Extraescolar. (p. 7)
De acuerdo a ello, en el nivel de la Educación Media Diversificada y Profesional se ubican las Escuelas Técnicas, cuya misión es “brindar una formación al individuo científica, humanística y técnica que le permita incorporarse al trabajo productivo y orientarlo hacia la prosecución de estudios en el nivel de Educación Superior” (Ley Orgánica de Educación, 1980, p. 9), las especialidades que abarca son: Educación Agropecuaria, Industrial y Comercial; en esta última se concentran diversas áreas del conocimiento, entre ellas: secretariales, contables y administrativas; que forman al individuo integralmente para el dominio de conocimientos, habilidades técnicas para el hacer o competencias, actitudes y valores propios de las actividades relacionadas con su campo de conocimiento y
las tecnologías que facilitan la operatividad en el campo laboral para el comercio y servicios administrativos propios del sector productivo.
De esta manera, se expresa la necesidad de educar a los estudiantes de Educación Comercial en base a competencias laborales requeridas por el sector productivo, tal como plantea Rodríguez (2006):
En los procesos de renovación curricular, de converger con planteamientos ecosistemicos, interactivos y de globalidad, no se deja ausente la formación en competencias genéricas y de especialidad… Desarrollar mayores niveles de calidad para, entre otros elementos por la acreditación profesional y por un currículo creativo que involucra entornos potenciadores de la creatividad, nuevas formas de enseñar, de aprender, de evaluar, de incorporar normas de gestión eficaces porque son prontuarias en estos procesos de transformación profunda. (p.276)
Los anteriores planteamientos llevan a la consideración de estudiar al docente de Educación Comercial en términos de su desempeño laboral dentro del área de competencia, así Mendoza (2000), expresa:
Formar a los docentes que se desempeñan en la tercera etapa de Educación Básica y en el nivel de Media Diversificada y Profesional de una manera integral en conocimientos, habilidades y destrezas propias de actividades relacionadas con la tecnología, y muy especialmente con el comercio y los servicios administrativos, lo que le generará experiencias en las actividades propias del sector empresarial. (p. 1)
Estos docentes que en su mayoría son egresados de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador UPEL son los que se desempeñan en el nivel Media Diversificada y Profesional, por tanto, deberán poseer un amplio conocimiento referido al “conocer”, que se relaciona con la Educación Comercial al “hacer” consustanciado con las habilidades, destrezas y competencias para el acto pedagógico y con el “ser” que se expresa en las actitudes favorables para la mediación pedagógica, ética y moral que convergen a la crítica, apertura hacia el cambio, servicio y a la actitud reflexiva trascendente. El convivir con los demás, se expresa en los valores de respeto al otro, el compartir en comunidad, la solidaridad responsable, la justicia, la paz, la equidad, la libertad, entre otros; son fundamentos elementales que le permiten al docente de Educación Comercial formar alumnos desde una cosmovisión holística e integradora que facilita al educando la incorporación al mercado laboral dentro del contexto del mundo globalizado del conocimiento.
En este sentido, se requiere para la Educación Comercial docentes con una elevada capacidad profesional, con condiciones de un docente competente, con oportunidad para el mejoramiento profesional en ejercicio, con actitud crítica abierto al cambio, olvidando al educador dador de clase, el ser pasivo y desactualizado con resistencia al cambio; lo que le permite estar en constante actualización, pendiente del avance tecnológico e incorporado al nuevo mundo de la tecnología y la información, con el fin de responder a las exigencias de la actualidad.
Por tanto, el docente de Educación Comercial debe ser dinámico, realista, y culto para que en su misión de enseñar logre pueda transmitir esos conocimientos y actitudes.
Bajo el amparo del nuevo paradigma pedagógico, centrado en el alumno, con un enfoque epistemológico constructivista y de lineamientos del aprender a aprender, a conocer, ser, ser con los demás o convivir y a desaprender, se busca que el docente tenga competencias en su desempeño laboral para la formación trasdisciplinaria y de naturaleza politécnica que le permita responder a la problemática concreta e impredecible de la sociedad, y que garantice la empleabilidad. Un docente con competencias del saber asociado con el conocimiento, al poder hacer y al saber hacer vinculado a las capacidades, son indicadores de competencias de los profesionales de Educación Comercial que conllevan a que cualquier estudio del desempeño docente necesariamente tiene que ubicarse en el ámbito de la competencia laboral y que en palabras de Gallegos (1992):
Se manifiesta por la forma en que ponen en práctica sus conocimientos disciplinares… es decir el saber hacer o saber práctico. Asimismo, estos indicadores de competencia práctica, se correlacionan (positiva o negativamente) con los indicadores de competencias teóricas o saber disciplinario o saber en uso. (p. 23)
De acuerdo con los razonamientos realizados sobre el docente de Educación Comercial, la investigadora, por ser docente activa de una Escuela Técnica Comercial, a través de conversaciones informales y entrevistas no estructuradas producto de la interacción diaria, observa inconvenientes en la práctica pedagógica de los docentes, tales como poco uso de nuevas estrategias de enseñanza y nuevas tecnologías en educación, lo que incide desfavorablemente en el proceso de enseñanza y aprendizaje, por cuanto descontextualiza a la escuela de la realidad tecnológica con la cual convive el joven estudiante de estos institutos.
En este sentido Viloria (2002), acota que los empresarios se han quejado del desempeño de los futuros docentes de esta especialidad durante la realización de su pasantía ocupacional, razón por la cual este estudio pretende abordar el desempeño docente en virtud de la praxis operativa del acto pedagógico, profesional y personal, considerando que si este es de calidad debe por tanto ser eficiente en los procesos y eficaz en los resultados. La revisión continua y permanente del desempeño del docente debe favorecer la reflexión y construcción, para que en consecuencia conduzca a la internalización de, “que lo que se está haciendo, se esta haciendo bien” y de no ser así, las revisiones deben por lo tanto evidenciar las fortalezas y debilidades que tiene el docente al momento de ejecutar su práctica educativa; a fin de orientarlo hacia la corrección de sus debilidades y potenciar sus fortalezas para el beneficio del contexto social donde esta inmerso con su proceso educativo.
AUTORES: YOLIMAR GUÉDEZ
BEATRIZ ELENA MENDOZA GOMEZ
UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR
INSTITUTO PEDAGÓGICO “Dr. LUIS BELTRÁN PRIETO FIGUEROA.
UPEL-IPB DE VENEZUELA
BEATRIZ ELENA MENDOZA GOMEZ
UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR
INSTITUTO PEDAGÓGICO “Dr. LUIS BELTRÁN PRIETO FIGUEROA.
UPEL-IPB DE VENEZUELA
